1 El buen bailarín escucha y siente la música
Muchos principiantes dicen: “Yo no distingo un merengue de una salsa”. Ese es un mal menor que tiene cura, ya que en poco tiempo se aprende a distinguir, sobre todo, teniendo un buen profesor de baile que te explique las características musicales de cada baile.
Lo que es más importante es llegar a sentir la música. El filósofo griego Platón dijo: “La música es para el alma lo que la gimnasia es para el cuerpo”. La música se siente dentro de uno mismo, es un lenguaje del alma, es un lenguaje universal.
Cada uno vive la música de manera distinta, unos la interpretan tocando instrumentos musicales, otros cantando, otros bailando y otros escuchando. Sin embargo la forma de sentir la música es para todos igual.
El filósofo alemán Nietzsche, dijo: “La vida sin música es un error”. Seguramente Nietzsche nunca llegó a saber lo que los científicos saben hoy y es que la música estimula el cerebro como si se tratara de un instinto de supervivencia, es decir, el cerebro “coloca” a la música en el mismo plano en el que pone a la comida y a las relaciones sexuales (los dos instintos de supervivencia básicos) y el hipotálamo libera la hormona conocida como dopamina que predispone al cuerpo en situación de supervivencia. Viéndolo así, Nietzsche tenía mucha razón y la vida sin música es un error, como lo puede ser sin comida o sin sexo.
Esta liberación de dopamina nos hace sentir bien, por eso nos gusta tanto escuchar música, tocarla, cantarla o bailarla.
Para bailar necesitas conocer ciertas técnicas básicas, pero hay algo que necesitas hacer de manera prioritaria y esto es unirte a la música y sintonizar con ella. Cuando una pareja baila, lo que les une a los dos en ese momento es la música, no es otra cosa.
Si quieres ser un buen bailarín, debes buscar el compás dentro de la música (esto te lo explicará tu profesor), y dependiendo del baile, aprenderás en qué tiempo musical debes echar el primer paso y después los demás.
No hay cosa más espantosa que ver una pareja bailando fuera del tiempo de la música… Esfuérzate en esto, porque se ve mucho bailarín, principiante y veterano, que no pone interés en escuchar y sentir la música.
Si no tienes formación musical intenta ilustrarte un poco en esto, trata de recibir unas clases y si no te es fácil recibir clases de música, al menos para tener una ligera noción, escucha música tú solo, sin bailarla, buscando los instrumentos que están “escondidos” en cada pieza musical, busca sonidos, más fuertes, más débiles, busca las repeticiones de un instrumento, etc. Eso te ayudará a entender mejor la música y el baile. Así que el primer secreto es: ¡Escucha y siente la música!
2 Culturízate en la historia de los bailes
Adquiere algo de información sobre el origen y la evolución de los bailes. Eso te hará comprenderlos mejor. Por ejemplo, si supieras que “vals” es una palabra que proviene del francés “valse” y que ésta a su vez proviene del alemán “wälzen” y que este verbo significa “girar”, te sería más fácil comprender por qué se baila el vals de la manera que se baila.
Otro ejemplo: si supieras que el merengue es un baile cuyo origen está en los esclavos africanos que llevaron los europeos a América y que ellos hacían sus cánticos y sus danzas en los campos de cultivo en donde estaba esclavizados, con unos grilletes que pesaban 10 kilos en sus tobillos y que cuando querían bailar tenían que hacerlo con los pies arrastras, te sería mucho más fácil comprender por qué el merengue se baila tan a ras de suelo.
Esto es cultura del baile y un buen bailarín debería saber este tipo de cosas.
El segundo secreto es: Utiliza tu talento ilustrándote en la historia de los bailes.
3 Cuanto más bailes mejor bailarás
Cuanto más se baila, mejor se baila y hay ciertas claves que utilizan las chicas para que las saquen a bailar. Eso lo puede comprobar cualquiera observándolas. La que más suelen utilizar es la de hacerse ver, es decir se sitúan en un lugar próximo a la pista o junto a un lugar de paso hacia la pista que esté bien iluminado, pues si se colocan en espacios más obscuros y arrinconados nadie las verá. Otro recurso que tienen es colocarse cerca del acceso a los aseos, porque tarde o temprano todos pasamos por ahí.
Otra opción es procurar no hacer corrillo con otras chicas, sino estar más bien solas o con poca compañía, porque si los chicos las ven hablando y hablando, es más difícil que las saquen. Cuando estés hablando no te enfrasques en grandes conversaciones, utiliza frases y conversaciones cortas y dirige la mirada hacia quienes están bailando o terminan de bailar.
Si eres nueva en una sala, intenta que te vean bailar, pregunta si hay bailarines de apoyo y pide a alguien que te los presente. Una vez que te vean bailar, ya será más fácil que te saquen. Y muchas utilizan una técnica que es casi infalible: Si los chicos no te sacan a bailar, sácalos tú a ellos. A propósito: Hoy día está bien visto que las chicas les digan a los chicos: “¿Me sacas a bailar?”.
El tercer secreto para las chicas es “Si no te sacan a bailar, sácalos tú a ellos“.
4 Trata de entender a tu pareja de baile
Algunas veces, en mis clases, cuando una pareja discute, por eso de que “tú no me sabes llevar…” o “…y tú no me haces caso”, que es por lo que suelen discutir las parejas de baile, lo que hago es que los pongo unos minutos desempeñando el rol cambiado, de manera que la mujer hace de hombre y el hombre hace de mujer. Es suficiente con dos minutos y eso les sirve para comprender, sobre todo cuando son principiantes, lo difícil que es hacer lo que hace el otro.
Yo siempre he pensado que lo mejor es que cada cual desempeñe su papel, pero alguna que otra vez le digo a alguna chica que me lleve a mí de chica, para que experimenten que no es tan fácil “conducir” por la pista de baile y al mismo tiempo para experimentar yo lo difícil que es bailar de chica, porque no estoy muy acostumbrado a eso.
El cuarto secreto es: Nunca discutas cuando bailas y trata de entender a tu pareja de baile.
5 El baile cambia a las personas
En mis clases tengo por costumbre hacer una foto a mis alumnos, cuando se incorporan, para completar la ficha. Es impresionante ver a esas mismas personas un año después. Tanto chicas como chicos, tienen el aspecto de ser más jóvenes y más guapos. Todos tienen un antes y un después de haber aprendido a bailar.
Cierto es que el baile aporta numerosos beneficios, tan cierto como que el baile hace que cada uno, mujer u hombre, cuide más su aspecto físico.
El quito secreto es: No te quedes en casa. Sal a bailar.
¿Qué te han parecidos estos consejos? ¿Me das tu opinión?
Fuente: Encuentros con el baile
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