Con música latina, pop, dance, disco. Las clases de coreografía son activas, divertidas y permiten bailar, con pasos simples que se entrelazan, de modo que toda persona pueda ejecutarlos. "La idea es hacer un trabajo aeróbico entretenido, con beneficios cardiovasculares y circulatorios, que favorezca la coordinación y que permita que la gente esté en tiempo presente: cuando uno piensa en la coreografía no puede estar pensando en otra cosa más que en lo que está haciendo. No puede pensar en temas laborales, en respuestas por mail. Tiene que estar en tiempo presente con su cuerpo", se entusiasma Analía Fraga, profesora de fitness coreográfico del staff de Gabo's Estudio.
Las clases constan de secuencias coreográficas simples "que se van uniendo durante el transcurso de la hora para lograr, antes de que termine, una coreografía total. Esa coreografía después se pone adentro de alguna canción de moda", agrega Fraga.
Simples y aptas para todo el mundo, las coreografías requieren de coordinación. Pero "dentro de la hora y durante el armado de la coreografía se va insistiendo con todos los pasos. Siempre se vuelve al primero porque la idea es sumar de ahí al segundo y al tercero, y volver a repetir el primer paso para que lo vayan incorporando. Por ende, es una clase abierta para todo el mundo", añade. Lo pueden practicar personas de 0 a 99 años. "Hay una tendencia a que adultos mayores realicen alguna actividad de baile como prevención de Alzheimer. Las coreografías son un ejercicio también para el cerebro", asegura Analía Fraga.
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Las clases pueden repetirse todos los días. Sin embargo, hay una frecuencia mínima "indispensable para que tenga continuidad la coordinación y que haya un trabajo cardiovascular que acompañe. Esa frecuencia mínima es de tres veces por semana", señala la bailarina.
Existen otros formatos de clase posibles: "se baila sobre determinadas canciones y se arma una coreografía por canción. En mi caso las clases tienen eso de unir secuencias coreográficas durante el transcurso de la hora con el fin de hacer un trabajo aeróbico y divertido", explica.
¿Para complementar la actividad? "La fuerza de la zona media y la flexibilidad son dos complementos ideales para la clase de coreografía, ya que benefician a la actividad. Ayudar a liberar las articulaciones permite hacer movimientos más amplios. La zona media bien fortalecida previene de contracturas y lumbalgias. Ambas actividades complementan para tener una buena ejecución sin lesión", indica la profesora.
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